viernes, 5 de agosto de 2016

LA PRINCESA DEL AZAR


Título de la entrada: Marido o nuevo socio para El azar
En el taxi camino a su departamento ella fue pensando en su situación, estaba cómoda y segura en El Azar, en cuanto a su relación con Esteban eran pareja hacía ya ocho años y si se preguntaba si era feliz, no hubiera sabido responder con certeza.
Persistía en su pensamiento  la reacción de Esteban el día antes, cuando ella, en confianza que eso era lo que había entre ellos, después de ocho años, de convivencia y sociedad basada en un contrato. La confianza de  un matrimonio aunque no lo eran formalmente.
Esteban había reaccionado con la calma que le era habitual en todas sus acciones.  En muchas ocasiones habían aparecido entre los clientes de El Azar, pretendientes de su mujer y  no es que se desentendiera o que no le importase, pero  como sabía que las cosas no iban en serio, todo quedaba en un hecho anecdótico. Sólo  en un par de ocasiones hizo retirar del local a alguno que se excedió en sus halagos y atenciones a su socia con los tipos  al servicio de la seguridad y él personalmente los esperó en la calle para darle su merecido a sopapos.
El día anterior, ante el relato de Aurora, recién le prestó atención realmente al saber que el galán que ahora cortejaba a su mujer le había propuesto casamiento y que se trataba de un estanciero del sur. Continuó en silencio mientras ella  seguía  el relato y aun después que ella agotó el mismo. Finalmente, la miro y le preguntó – ¿Y a vos te gustó la propuesta?
Ella pensó que él bromeaba pero la seriedad con que se lo preguntó la desconcertó y entonces se preparó para la parte complicada de esa conversación. – Estoy desconcertada-Respondió.
-Si estás desconcertada es porque has considerado su propuesta. ¿Y sabés que pienso? Que tal vez nos convenga un socio estanciero en El Azar.
Ella no supo si Esteban bromeaba, por eso le preguntó qué estaba diciendo con eso de socio. Hasta que pudo entender que su actual pareja le estaba proponiendo  que hiciera un contrato con el estanciero al estilo del que tenían ellos como socios en El Azar.
Para cuando el coche se detuvo frente al departamento, Aurora  había decidido qué haría.  Le plantearía a Esteban separarse un tiempo, en el que  ella  pudiese considerar con serenidad la propuesta de Bernardo,  Para después tomar una determinación definitiva. Lo que ella no imaginaba era cuál  sería la reacción de Esteban ante su planteo. (Continuará)
Los hechos y personajes de este relato son ficticios.- Prohibido el uso total o parcial de los textos.

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