Mientras tanto, las cartas de Amir a Rosario, se habían ido espaciando en el tiempo hasta llegar dos veces en el año, y nunca faltaba su tarjeta de saludo para navidad, augurando a la vez feliz año nuevo. Ya no incluía una carta para Clarita pero sí un párrafo en especial y recomendando que le transmitiera a su nieta su afecto y amistad. Clara no hacía comentarios y sólo le pedía a su abuela que le retribuyera el saludo. A fines de ese año la joven se puso de novia con Julio, un compañero de trabajo, joven serio y educado que contó con la aprobación de Rosario.
Comenzó a ir los domingos a La Veguita, donde almorzaban todos juntos, allí siempre estaban a la mesa Jacinta, Zoilo y Benjamín que crecía sano y feliz, corriendo por los
mismos lugares familiares, rodeado del afecto de todos. Para Rosario era
también un nieto al que llenaba de mimos y cuidados y como no podía ser de otra manera, para
Clara era un muy querido sobrino.
Andando los
meses, llegó el nuevo año y los novios fijaron fecha de casamiento para marzo. Como había ocurrido con Jacinta y Zoilo, fue Rosario quien estableció
claramente las condiciones: las mismas respecto al casamiento ante el juez y
por la iglesia y también que el novio proveyera una vivienda donde
constituyeran su hogar. Y fue con dolor que la buena madraza y gran abuela
debió aceptar que, teniendo ambos jóvenes su trabajo en el pueblo, deberían
vivir allá; Julio disponía de un terreno y se proponía construír una casita de
a poco y con el sueldo de ambos. Mientras vivirían con la madre del joven que
poseía un casa familiar con suficiente espacio.
Rosario no
tuvo más remedio que aceptar las cosas como se daban y aunque no lo dijo,
hubiera deseado que Clara, su Clarita tan querida, hubiera vivido con su esposo
allí, cerca de ella, como había sucedido
con Jacinta.
Los
preparativos se fueron acelerando conforme se acercaba la fecha del casamiento.
La fiesta sería en La Veguita, después de las ceremonias ante el juez de paz y
en la Parroquia San José. El matrimonio Azurín le obsequió el traje a Julio y
un vestido blanco de novia a Clarita y la Señora le ofreció su casa para que
allí se vistiera la novia a fin de evitar en ese día, el viaje desde La Veguita a la iglesia. (Continuará)
(Relato propio iniciado el día 16/6/11 bajo el título provisorio
de "Pasión Campesina". Los hechos y personajes de este
relato son ficticios, solamente es real la referencia a lugares donde se sitúa lahistoria.)
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