jueves, 29 de diciembre de 2011

Pasión Campesina


                                            " Vado de Otoño"  del pintor Darío Mastrosimone
Jacinta llegó con el mate listo y una fuente con buñuelos, al rato apareció Zoilo con los dos caballos y pronto se dispusieron a partir.

Con pocas pero claras explicaciones y ambas manos haciéndole de estribo, Zoilo ayudó al principiante a subir al caballo.

-Y…¿Qué tal? -Preguntó Rosario y agregó - ¿Vió qué es mansito el alazán?

-Bien. Respondió Amir, con una amplia sonrisa que revelaba su satisfacción por el novedoso modo en que    iba a movilizarse.

-Bueno…¿Nos vamos? Preguntó Zoilo, quien tomando la delantera agregó: -Aflojale las riendas y talonealo suave.

Amir lo hizo y su caballo comenzó a caminar, más siguiendo al otro que por la percepción de los tímidos golpecitos que su jinete, todavía temeroso,  le había dado con la talonera de sus botines.

Y así partieron,  entre las palabras de aliento de las mujeres y alguna risa de júbilo viendo al porteño Amir iniciándose en el tan común recurso de andar acaballo.

Doña les gritó: -Salúdenlo a Don Salim de mi parte.

El recado hacía más cómodo para el nuevo jinete mantenerse sentado, sobre el lomo del caballo, mientras que Zoilo, avezado en montar  desde muy pequeño, usaba  nomás  una pelera. (1)

Mientras avanzaban al tranco de los caballos, Zoilo, como para acortar el camino y distender a su guiado, le preguntó:- Qué extrañás de la ciudá…Porque es muy distinta la vida acá, según creo….

Entonces el otro  empezó a contarle que sentía más la falta de su familia, padre y madre, sus hermanos, un varón y una mujer. También las salidas con la barra de amigos , el Club Social, los bares y confiterías…
 -Pero estoy acá justamente por eso-agregó- porque vagaba mucho y no quería estudiar.

(1) Pelera o bajera: en el lenguaje del campo, una especie de matra tejida que se usa para montar sin recado ni montura, para evitar que el sudor y pelos del caballo se adhieran a la opa del jinete.
..............................................................Continuará........................................................

Los hechos y personajes de este relato son ficticios.-

jueves, 22 de diciembre de 2011

Pasión Campesina (1) (Relato por entregas los jueves)


                                                   Tomando mate obra del pintor Fernando Fader

Todos se dieron cuenta que el joven visitante no sabía andar a caballo. Él se dio cuenta que se estaba poniendo en evidencia, ya había notado en las conversaciones que escuchara en el almacén de su tío, que en el lugar eran bien valoradas las destrezas propias de las tareas rurales, del trato con los animales especialmente. De hecho, había sido objeto de chanzas por parte de los criollos mayores, por ser de la ciudad y desconocer las habilidades campestres. Su tío, cuya mente estaba puesta sólo en el negocio de comprar  frutos del país  a los lugareños y venderles los productos manufacturados que necesitaban a cambio, le había aconsejado que no les diera importancia. Sólo se trataba de bromas porque los hombres del lugar no conocían más que ese mundo. Por otra parte había que conservar la buena relación con ellos en tanto le convenía al negocio. Y había sintetizado aquella lección sobre comercio, con una frase que no admitía mayor cuestionamiento:
- Mira m’jito el clente sembre se tiene la razón.

Doña Rosario, aunque por prudencia no lo dijo, pensó para sí en lo desaafortunado del muchacho a quien el tío no le facilitaba ni siquiera un caballo, que los tenía y bastantes, para que saliera a recorrer el pago y distraerse en sus día libres. Entonces dijo:
-No se preocupe Amir, nadie nació sabiendo. Acá es muy útil saber andar de a caballo, así que le vendrá bien si acepta que Zoilo le preste uno manso y lo acompañe de vuelta a lo de su tío.

Todos asintieron, incluso Zoilo que, diligente, dijo:-Pero claro amigo, ya mismo voy por el alazán que es mansito.
Y sin esperar respuesta salió para el lado de la matera a buscar las riendas.
Clara y Jacinta también animaron al nuevo amigo a que aceptara la propuesta,  y la primera agregó: -Cuando disponga de un caballo podrá venir a visitarnos sin tener que caminar tanto.

Jacinta fue en busca de la pava ya que estaría bueno tomar unos mates mientras esperaban que Zoilo volviera con los caballos.

Rosario consintió diciendo: -Vamos a sentarnos abajo del maitén grande.
Y le aclaró a Amir que allí les gustaba matear en verano.
Allí fueron, unos pocos metros más cerca de la casa, donde bancos rústicos hechos con mitades de troncos permitían sentarse a disfrutar de la sombra y la brisa fresca.

Ya ubicados, el joven les dio las gracias a las anfitrionas por tantas atenciones:

-La verdad, desde que estoy viviendo acá, es la primera vez que me siento tan cómodo con la gente que conozco. Extrañaba una reunión como esta.
                   ................................................Continuará...................................................
(1) Los hechos y personajes de este relato son ficticios.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Pasión Campesina (Relato por entregas los jueves)



                                                          Fotografía de Pablo Quiroga
Doña no pensó ni por un segundo en dejar su tierra, que eso ni más ni menos implicaría trasladarse a una estancia a elaborar quesos. No…Su lugar estaba allí, en "La Veguita" que habían fundado juntos ella y Remigio y que algún día debería ser propiedad del hijo…Pero eso no pudo ser, sabría Dios qué había sido del hijo. Para poder seguir adelante lo había dado por muerto.

Ahí estaba la cuestión, guardada muy en secreto para sí, por la anciana. Ese era el motivo que los jóvenes, allí reunidos ese domingo, no percibían porque tenían toda la vida por delante. No avizoraban como ella que la vida tenía un límite, un día final, un día en el cual debería partir sin llevarse nada…Nada más que la conciencia tranquila por haber transitado con el bien por este mundo, como le pasaba a Rosario.

Pero es tiempo ya de retomar el momento en que la mujer mayor apareció allí en el verdor de ese lugar, acaso lo más parecido a su idea del paraíso, donde los cuatro jóvenes compartían gratas y emotivas conversaciones.
-Yo tampoco me refería a ellas si no al lugar. Respondió Amir. Me refería a este lugar tan bonito que tienen ustedes. Y agregó, para no ser descortés con sus jóvenes amigas:
- También ellas son muy bonitas.
Doña Rosario volvió a reír francamente, las chicas se ruborizaron y Zoilo admiró la rapidez de respuesta y el desenfado del porteño.

-Si, claro, ya lo sé y por eso mismo es que las cuido mucho. Dijo la mujer y volvió a reir. Pero ya que elogiaste este lugar tengo que decirte que es como es porque trabajamos duro desde muchos años  para cultivarlo, cuidarlo y mejorarlo. Primero mi marido y yo. Y en los  últimos tiempos con el Zoilo y mis hijas. Aquí no hay descanso , sólo los domingos y alguna que otra fiesta de la Patria. Quedó pensativa, suspiró y finalmente agregó: -Sí Señor.

Los jóvenes percibieron algo trascendente en las palabras y la actitud de Rosario. Algo que resumía su esfuerzo de toda la vida en aquel lugar y todos permanecieron en silencio.
Ya el sol comenzaba a descender en su trayectoria que finalmente lo ocultaría detrás de los cerros para el lado de Chile. La veterana salió de su breve ensimismamiento y retomó la palabra dirigiéndose a Zoilo.

-Bueno Zoilito, pronto va a atardecer, buscate un caballo manso para Amir y agarrá tu tobiano para acompañarlo de regreso al “Baratillo”.
El joven manifestó que no era necesario, no quería causar molestias. Pero la mujer insistió:
-Si no es molestia. Zoilo lo va a acompañar con gusto. Sabrá andar a caballo, me imagino…
- La verdad que todavía no lo he hecho. Dijo el muchacho y por primera vez se lo notó inseguro.
.............................................................Continuará...................................................................
Los hechos y personajes de este relato  son imaginarios.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Pasión Campesina (Relato por entregas los jueves)


La Reja óleo s/ lienzo autor F.fader

Pero Rosario supo sacar fuerzas de la flaqueza, no en vano ya había superado la temprana muerte de su marido y criado al hijo, prácticamente sola, cuando era un adolescente que apenas pisaba los quince años. Debió trabajar duro en las faenas de la granja donde su marido sembraba de todo un poco y ella ordeñaba un par de vacas lecheras para hacer quesos y venderlos. Así, con los productos de la huerta, que era la parte a cargo del hombre y su venta de quesos, iban tirando con la familia. Cuando Remigio enfermó y no hubo manera de salvarlo ni en Zapala donde fue llevado porque tenía familia, el mundo se oscureció para ella. Pero superó su dolor poniendo la fe en Dios por delante y pensando en ese muchacho adolescente, fruto del amor de su matrimonio y entonces modificó un poco el medio de subsistencia. Los cultivos se redujeron a hortalizas que, con la ayuda del hijo servirían para el propio consumo y la venta del excedente.

Por otro lado aumentó de dos a seis las vacas lecheras, que eran su fuerte; habló con un vecino que tenía tambo y todos los días, de paso al pueblo,  retiraba un envase conteniendo diez litros mientras que ella con la mayor parte del producto del ordeñe preparaba quesos que vendía a mejor precio en negocios del centro y también a forasteros que solían llegar a conocer el lugar. Eran tan reconocidos sus quesos que hasta llegó a tener pedidos de Junín y una vez quisieron contratarla de una estancia de esos lados para que fuera a preparar quesos a sueldo fijo. Más eso significaría trasladarse allá y no eran los propósitos de la mujer. De ninguna manera.

Cuando Clarita cumplió los quince su abuela meditó mucho, pasó noches enteras en vela y tuvo la certeza, porque en su mente lo decidió, que su hijo estaba muerto. Muerto de verdad, ido al otro mundo y …¿Si no estaba muerto? …Peor entonces, porque si nunca le escribió unas líneas, ni mandó un mensaje por boca con cualquier cristiano que viniera para estos lados…Eso significaba que no amaba a su madre ni a su hija…Y por eso, su corazón de madre decidió matar su recuerdo renunciando a la espera del hijo y centrar su amor y su vida en Clarita.

Ese era el motivo que ahora, de un par de años a esta parte, temiendo que en cualquier momento Tata Dios la llamara, le urgía que Clarita formara su familia con un hombre que la amara y la protegiera y que ambos iniciaran su propia familia, la que el destino le había negado a ella. (Continuará)

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*Los hechos ypersonajes de este relato son ficticios.-

*La dos imágenes que ilustran esta entrada pertenecen a cuadros del pintor  Fernand Fader, nacido en Burdeos ,Francia pero quien vivió la mayor parte de su vida en nuestro país, en la infancia en Mendoza y radicado luego en Córdoba donde realiza la mayor parte de su producción plástica.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Pasión campesina

 (Relato iniciado el 16/6 ppdo en entradas lod jueves)

                                                    "Primeros pasos" acrílico de Carlos Alonso


Los motivos de Doña para haber cambiado su actitud sólo ella los sabía.
Acaso en las noches, mientras “sus hijas” como solía llamarlas, estaban dormidas, la mujer pensaba en su edad avanzada…Estaba próxima a cumplir los setenta y eso le estaba dando que pensar últimamente.
Su mayor preocupación había sido el futuro de la niña desde la fatídica muerte de la madre de Clarita, la noche que su hijo se la trajo envuelta en unos lienzos blancos y una raída frazadita encomendándola a su cuidado con un lacónico:
 –Cuídemela vieja porque es mi hija…su nieta.
Con el paso de los días se enteró el porqué del legado de su hijo y su alejamiento en la noche, sin retorno. Supo que la mujer le había jugado sucio y él la había ajusticiado por mano propia…O tal vez no, porque se supo que la desgraciada apareció muerta de varias puñaladas en el ranchito que habitaba para el lado de Lolog. Y aunque  las sospechas cayeron sobre e padre de la criatura los milicos nunca supieron con certeza quién la había ultimado. De hecho nunca vinieron en su búsqueda. Pero el rumor estaba y eso acabó con media vida de Rosario.

Desde ese momento  fue madre y padre para la niña. La crió, buscó una compañerita para ambas, que no es otra que Jacinta, un par de años mayor que su nieta. La madre se la había dado por ahijada . En la casa de su comadre eran varios hijos, todos chicos, y por eso aquella aceptó con gusto que la niña se fuera a vivir con la madrina. Eso fue cuando Clarita comenzó a caminar así que Rosario crió a ambas, a su tiempo las mandó a la escuela del lugar, ahí donde termina la vega misma y comienza la cuesta donde viven los Protto.

La preocupación de Doña por su nietita, siempre estuvo atenuada por la esperanza de que su hijo volviera de Neuquén o de dónde estuviese…Si estaba preso, como le llegó una contada, algún día regresaría…Mas ,si como se enteró después, el hijo había sido muerto por otro convicto, entonces no volvería y ahí sí que las esperanzas flaqueaban. ( Continuará)
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Los hechos y personajes  de este relato son ficticios.

La obra que ilustra esta entrada ("Primeros pasos") pertenece al pintor argentino Carlos Alonso. Nacido en Tunuyán, Mendoza el 4 de febrero de 1929. Consagrado universalment, es siempre un referente obligado del arte contemporáneo. Se radicó hace muchos años en Unquillo, provincia de Córdoba.-