Bernardo y Aurora se casaron en la fecha fijada, dos meses después de
aquel día en que regresó de Buenos Aires a Piedra Amarilla y le dio la noticia,
en primer lugar a Marta, la antigua sirvienta que había ayudado a criarlo.
La felicidad duraría sólo un año que
pasó rápidamente. Un infausto acontecimiento terminó con el matrimonio y
sobrevino una circunstancia de ribetes policiales. Mi proyecto es continuar
escribiendo este relado y en su oportunidad publicarlo con otros trabajos. Gracias
a quienes hayan seguido “La princesa del Azar”
El Blog Barcos de Papel continuará con otras
producciones de mi autoría.- Espero
seguir contando con vuestras visitas. Hasta la próxima.
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