En tanto las dos jovencitas conversando , riendo y descubriendo detalles del paisaje que, no por conocido deja de interesarles, recorren los dos kilómetros desde “la Veguita” ; vamos a ir conociendo el almacén de don Salim, más conocido por los lugareños como “el boliche” que con el nombre elegido por su dueño, que se encuentra colocado sobre la puerta del frente, en rústico cartel. “El Baratillo”es un almacén de ramos generales donde se venden desde víveres hasta aperos, pasando por vajilla, indumentarias, algunos medicamentos y donde los parroquianos pueden servirse una caña o un vermut . Por cierto las bebidas son un rubro de importancia en este tipo de comercios. Atiende el boliche un árabe al que todos por uso y costumbre llaman “el turco” y que justo ahora está aleccionando en el arte del comercio a su sobrino, recién llegado de la ciudad.
Mientras tío y sobrino están en lo suyo, entra al boliche un gauchito de alpargatas, bombachas criollas, camisa, pañuelo al cuello, pullover tejido en lana azul con unas flores verdes y gorra de vasco, también tejida. Con aire perezoso, se recuesta más que apoya sobre el mostrador y saluda:
- ¡Buenas, Don Salim!
Acaso un dramaturgo o escritor viajero, que hubiere visto la escena, volcaría en diálogos más académicos lo que conversan el árabe y el criollito, para más datos llamado Eliseo. Ese es el nombre que sus padres le dieron y en su momento anotó el cura, como era costumbre, en la parroquia, al bautizarlo. Pero, para no dilatar más el anunciado diálogo, vamos a escucharlos antes que lleguen las clientas en camino:
- Buenas, bibe...¿Cómo la va?
- Bien nomás, como siempre.
-¿En qué le buedo servir, mochacho?
- No Don...¿En qué puedo servirle yo? Ando viendo… si acaso tendría algún trabajito para mí...
Alguito no muy pesado, ¿vió?
-No bor el momento. L’agradezco. Tengo ayodante me sobrino bor ahora...
Ante la mala noticia , Eliseo replica prontamente: -¡Sonamos dijo Ramos! ¿Y de dónde ha sacau ese sobrino don.? …Si puede saberse.
-“No lo ha sacau” de nenguna barte...Osté no se habla con brobiedá. Me sobrino se ha venido de
Benosaire.
-¡Cha’digo! ¿De Güenosaire dice? ¡Nada meno!
Y Eliseo y sigue su reflexión: -Así que yo paso a ser...un desocupau...
-¿Y bor qué desocobado? Bara la bersona que quiere trabajar sembre hay trabajo...
-¡AH! ¿Siii? Y...¿Dónde? Si se puede saber?
A lo que el comerciante, ya cansado de la perorata de joven, que lo distrae de su quehacer, replica con enojo: -Averigua osté...Acá no es agencia bara boscar embleo. Averigua bor ahí. Bregunta en la Comesión de Fomento...
-¡Ahá! Ya veo... éramos pocos y parió mi agüela...
- ¿Qué la dice vos de so abuela? ¡que tiene ver su aboela en esto…?
- Lo que digo, Don...Es que había poco trabajo y llegó mano de obra importada.
-¿Cómo embortada? ¿Qué sabe vos de embortada? Agnorante...
-Ta bien....si no tiene trabajo, ta bien. Pero no ofienda don...
-Y vos deja de darme charla borque yo tiene que trabajar...
Dice don Salim ya cansado de la perorata de Eliseo y ,dando por concluída la charla, agrega:
-Vaya a boscar trabajo boray...
(Continuará en próximas entradas)
La imagen de la parte superior: "Ramos Generales" fue tomada del blog al que agradecemos. http://tapalqueneros.blogspot.com/2009_11_01_archive.html