jueves, 3 de noviembre de 2011

Pasión Campesina (Relato por entregas los jueves)

                                                         "Tomando mate" obra del pintor argentino Fernando Fader.


Esa tarde, después del asado, que disfrutaron afuera, bajo la sombra de los árboles que rodean la casa, la charla estuvo centrada en la visita de esa mañana al pueblo y a la parroquia.


Clarita le recordó a Rosario que les debía el paseo por la costa del Lácar, para la próxima vez.

Jacinta hubiera querido ver a Don Miguel Angel y haberlo escuchado recitar alguno de sus poemas: El Lácar, Leda, El chacayal, eran algunos de los que guardaba en un cuadernito, los solía copiar en la biblioteca “9 de Julio” en la cual el poeta era integrante de la comisión directiva.

La misma Jacinta, intuyendo lo que la madrina estaba pensando, interrumpió su divagar sobre las poesías que tanto gustaba de leer, para empezar a levantar la mesa. Después, con Clarita, ordenaron el patio y la cocina.

A la media tarde llegó el esperado visitante. Doña Rosario, amable y sonriente le dio la bienvenida y se asombró que viniera caminando.

-Cómo es que Don Salim no le ha facilitado un caballo…Acá es muy necesario para ir de un lado a otro. No hay tranvías como en Buenosaire.

Y agregó un risueño comentario por lo amarrete que, a su criterio, era el tío del muchacho.

Y mientras charlaban del tiempo, la siembra , el ganado, es decir de todo un poco; Jacinta sirvió los buñuelos y Clarita preparó el mate. De tal modo, la reunión fue amena y las anfitrionas evidenciaron su cordialidad.

Cuando a charla fue menguando, Rosario, sabedora de que los jóvenes, por la diversidad en edad con sus mayores, suelen charlar más a gusto sin su presencia; les propuso a sus ahijadas que llevaran a Amir a conocer la huerta, las plantas de flores y frutales; en fin , el entorno de la casa. Gustosas las jovencitas aceptaron y seguramente en su fuero interno agradecieron la propuesta. Y allá fueron observando y conversando, de pronto Amir preguntando y Clarita o Jacinta informando de tal o cual planta. Como ser la ruda, planta infaltable en las casas de la gente del campo y también muchas veces en los pueblos, por la creencia de que aleja la envidia y la mala suerte que, muchas veces los otros , acaso sin quererlo, le causan a las personas. Clarita, cortó un gajito y se lo extendió a Amir quien la miró asombrado, entonces ella le dijo:
-Tomale el olor.
Pensó que le desagradaría el aroma intenso de la ruda, mas para su asombro al joven le agradó.
-A mí no me gusta. Dijo Clarita y Jacinta la acompañó en su opinión:
-A mí tampoco. Parece el olor del zorrino. Y ambas rieron con ganas.

Amir admiró los añosos árboles que rodeaban la casa y elogió la huerta, que por cierto lucía prolija gracias al empeñoso trabajo de Zoilo y la patrona.-

En eso estaban cuando se les acercó Zoilo quien, seguramente, estaba atento para acercarse a ellos , desde luegoque, con su interés puesto en Jacinta. (Continuará)

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