jueves, 8 de marzo de 2012

Pasión Campesina


                                                        Mateando  obra de Juan Luis Blanes

No se sabe cuánto tiempo pensará quedarse. .. Capaz que, de repente, se le da por volverse a la ciudá y la deja plantada o la entusiasme para irse con él…

En ese punto el corazón de abuela y madre de Rosario aceleró su ritmo, ella sabía de perder un hijo, ya le había ocurrido , justamente con el padre de clarita. Sorbió su mate y se tranquilizó. Pensó que era astuto el Juan, él defendía su interés y había sabido tocarla en el preciso sentimiento que más la preocupaba. No se había imaginado separarse alguna vez de esa nieta que había criado desde muy pequeñita. Volvió a retomar la escucha de su visitante quien ahora decía:

…-Yo en cambio soy de aquí y pienso trabajar siempre por acá, ya sea en la estancia, como lo hago ahora, o tal vez más adelante en el campo de mi padre. Pero no me pienso ir de este lugar, porque aquí nací…

Doña Rosario le alcanzó el mate y pensó que ya era su momento de tomar la palabra, había entendido la propuesta del joven y las advertencias y apreciaciones que él había expresado. No sabía muy bien lo que iría a decirle, no quería apresurarse, sin embargo, su nieta tenía tan solo dieciséis años, era jovencita todavía pero, acaso ella misma no se había unido a su difunto compañero, a esa misma edad. Finalmente habló:

-Mirá Juancito…Te conozco desde que naciste. Te tengo aprecio y creo que hay mucho de atinado en lo que has dicho. Claro, veo que te preocupás porque con el turquito, Amir se llama, se te presenta una competencia… estuvo acá de visita y me ha parecido buen muchacho, respetuoso, educado, amable en el trato…Más amable que el turco viejo…ja ja ja…Ese solamente piensa en hacer plata y meterla en el colchón..Ja ja ja…

Pero mirá –agreó la mujer recobrando la seriedad y el tono pausado- Yo creo, si de pedir la mano se trata, que lo mejor será consultarla a Clarita. Por lo que ella me ha dicho y yo entiendo, no está pensando en comprometerse todavía y mucho menos en casoriarse… Así que ,si teparece, la llamo y le preguntamos…Me parece que sería lo mejor. Yo no puedo prometerte nada por ella. ¿Qué decís?

-Me parece bien. Fue la respuesta del pretendiente.

Acto seguido Doña Rosario se acercó a la puerta y llamó hacia las habitaciones:

- ¡ Clarita! ¡Hija!... Vení que tenés visita.
.......................................................Continuará................................................
Los hechos y personajes de este relato son ficticios.

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