jueves, 10 de mayo de 2012

Pasión Campesina




Cuando Amir la saludó extendiendo su mano, ella estaba colorada como una manzana y apenas pudo murmurar: “Buen día” sin animarse a nombrar al joven.
De inmediato fue Doña Rosario quien animó la charla preguntándole al muchacho  por su tío y cómo andaban las cosas en el negocio. La mujer no se había enterado del altercado que había provocado Juan,  porque ni Jacinta ni Clara se lo relataron.
Continuaron conversando y admirando las bellezas del lago Lácar, donde siempre habían lanchas y lanchones llegando o partiendo y sumando su movimiento al colorido del lugar. Un grupo de chiquilines jugaba a la pelota en una parte de la playa cercana al muelle. Mientras, hacia el otro sector más próximo a la desembocadura del Pocahullo, un grupo de changadores chilenos descargaba tablas de un lanchón parecido a un enorme bote de madera, pintado con brea, ese lanchón no tenía motor sino que era remolcado por una lancha. Los hombres bajaban hábilmente por un grueso tablón trayendo sobre sus hombros dos o tres tablas  desde el navío hasta un camión canadiense que estaba estacionado lo más cerquita posible, a unos cinco metros del agua.

Mientras, Clarita no abría la boca, y los que más conversaban eran Doña Rosario y Amir. Jacinta intentó apartarse para hablar a solas con Zoilo, pero su amiga la retuvo tomándola de la mano, tanto temor tenía de quedar a solas con Amir ; es que no sabría qué decirle.
En un momento Doña Rosario se disculpó agregando : -Zoilo me va a llevar hasta un almacén  para comprar unos panes de sal para las vacas y otras cosas que necesito en la casa. Ustedes conversen mientras y disfruten del paisaje. Volvemos en media horita más o menos.
Jacinta hubiese querido ir para no separarse de Zoilo,  Clarita  casi pide acompañar a su abuela, mas se dio cuenta a tiempo que hacer eso hubiera sido una descortesía hacia Amir…¿O acaso no lo hizo porque la emoción fuerte de hablar a solas con el joven le agradaba…?
Antes que partiera el sulky, Jacinta propuso caminar hasta el almacén y allí reunirse con Zoilo y Rosario.
-Bueno, nos encontramos allá, estaremos en Kraitman o en Elorriaga y Elguero.  Respondió Rosario.
Y mientras el carruaje se alejaba hacia el centro del pueblo, por la calle principal, de tierra y con acequias a ambos lados, los jóvenes se pusieron a caminar en la misma dirección, con el paso lento de quienes gustan de caminar,  mirando con curiosidad  casas, gentes y negocios que no eran su escenario de todos los días.
Clarita pensaba, para sí,  cómo abordaría con Amir el asunto de lo acontecido con Juan y dudaba si  quedaría bien que ella sacara el tema si no lo hacía él.
....................................................Contnuará..............................................
Los hechos y  personajes de este  relato  son ficticios.


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